Nos hemos acostumbrado a que en los documentos de identificación de cualquier persona de nuestro país aparezcan dos apellidos, normalmente, uno proveniente del padre y otro de la madre. Sin embargo, este sistema de doble apellido no entró en vigor hasta finales del siglo XIX.

De hecho, hasta entonces era muy común que varios miembros de la misma familia no compartieran los mismos apellidos ya que tenían la opción de elegirlos. ¿Qué provocó el paso a este sistema de dos apellidos que hoy conocemos? Si tienes curiosidad sobre esta parte de nuestra historia, continúa leyendo este post en el que te lo contamos.

El origen de los dos apellidos en España

De la misma manera que hoy en día los apellidos compuestos, los que van unidos mediante guion, denotan cierto abolengo, en el siglo XVI ocurría lo mismo con el doble apellido. Como te decíamos, aunque no era el sistema de denominación vigente, en esa época sí lo utilizaban las clases sociales más altas de Castilla. Su uso era una cuestión de estatus social y una manera de mantener el linaje de las familias a través de los apellidos.

Sin embargo, con el tiempo y ante el crecimiento de la población, la Administración Pública se percató de que era mucho más fácil identificar a las personas mediante este sistema. Y así fue cómo comenzó a hacerse más común entre todas las clases sociales.

Fue en 1889 cuando entró en vigor la nomenclatura con doble apellido y lo hizo de la mano de la creación del primer Código Civil en España. Ahí se estableció el uso obligatorio y oficial de utilizar dos apellidos, el paterno y el materno. Su artículo 114 lo recogía de la siguiente forma: “los hijos legítimos tienen derecho y deber de llevar los apellidos del padre y de la madre”.

A partir de ese momento, el uso de los dos apellidos se extendió a todos los estratos sociales por ser norma obligatoria que servía para identificar de una forma clara, eficaz y fiable a todos los españoles.

Además, este uso de dos apellidos equiparaba el valor social del padre y de la madre, al utilizarse los apellidos de ambos. Aunque este es un tema cuestionable ya que, en ese momento, el orden de los apellidos daba prioridad siempre al padre. Actualmente ya se puede elegir el orden, por lo que el primer apellido puede ser el de la madre o el del padre, según acuerden los progenitores.

Un poco de historia sobre nuestros apellidos

El origen de los apellidos españoles procede de la Edad Media. Se utilizaban para indicar el origen de las personas y por este motivo, la mayoría de nuestros apellidos tienen influencia de las culturas que vivieron en nuestro país a partir de ese momento como la goda, la visigoda, la germánica…

Los apellidos españoles que terminan en “-ez”, como Rodríguez, López, González, Jiménez… se introdujeron en la Edad Media y significa “hijo de”. También es importante destacar que el origen de los apellidos no procede exclusivamente del nombre del padre o de la madre, sino también pueden ser en honor al oficio familiar, al lugar de procedencia o las características físicas de los antepasados.

En estos momentos, en España se sigue utilizando este sistema de dos apellidos siendo García el que lidera el listado de apellidos más comunes en nuestro país. Rodríguez, González, Fernández, López, Martínez, Sánchez, Pérez, Gómez y Martín completan el ranking, por ese orden, de los diez apellidos que más gente tiene en su DNI en nuestro país.

¿Conocía esta pequeña historia sobre los dos apellidos españoles? Como ves, su uso es más reciente de lo que parece, como también hemos visto que lo era el famoso cambio de horario de invierno y verano. ¿Hay alguna costumbre de nuestro país que despierte tu curiosidad? No tienes más que decírnoslo y nos pondremos a investigar sobre ella.